Cándida albicans es un hongo diploide en forma de levadura. Es un patógeno oportunista, ya que se comporta como un organismo comensal al formar parte el microbiota normal del intestino grueso. Se le atribuye un papel en la maduración del sistema inmune, su presencia mejora la respuesta frente a ciertas infecciones. Por otro lado, tiene capacidad de absorber y acumular metales pesados, por lo que podrían tener una función “quelante” en nuestro cuerpo, es decir que los metales pesados pueden ser expulsados del organismo con la orina. La Cándida tiene una función relevante en la digestión los restos de los azúcares, mediante un proceso de fermentación.
Pero con ciertas condiciones internas de la persona y un sistema inmunológico débil la Cándida se convierten en patógeno. Una de sus características más notables en relación con su patogenicidad es su versatilidad morfológica para cambiar entre su forma de levadura a hongo multicelular, una forma peligrosa dentro del cuerpo humano.
Los factores más importantes que influyen en el desarrollo de la Candidiasis son:
- Consumir cantidades excesivas de azúcares simples y complejos.
- Tragar la comida sin masticarla completamente.
- El uso de medicamentos que reducen la cantidad de jugo gástrico y para reducen acidez.
- Toma de antibióticos, sulfonamidas y preparados químicos farmacéuticos en enfermedades infecciosas agudas y crónicas.
- Uso de quimioterapia y radioterapia en el tratamiento del cáncer.
- Uso de preparados hormonales y anticonceptivos hormonales.
Tipos de hongos Cándida
Actualmente, se conocen alrededor de 200 tipos de hongos Cándida, y solo 15 de ellos son patógenos. La variedad más común que infecta el cuerpo humano es Cándida albicans, que es responsable del 90% de todas las infecciones por hongos. El resto de las infecciones son causadas por: Candida tropicalis, Candida glabrata, Candida parapsilosis, Candida krusei, Candida lusitaniae. Cándida parapsilosis también es una variedad peligrosa, afecta con mayor frecuencia la mucosa de los intestinos, la boca, la garganta, el tracto urinario y la vagina (en las mujeres) y en los hombres la próstata.
Las toxinas producidas por los hongos Cándida producen sustancias que actúan como endotoxinas. Todos son peligrosos para el organismo del huésped. Uno de ellos es la candidotoxina, que es tóxica para las células del organismo infectado y daña el sistema inmunológico.
Las toxinas dañan:
- la mucosa del intestino delgado, reduciendo la superficie de absorción de nutrientes,
- la mucosa del intestino grueso, provocando la penetración de toxinas, metales pesados y alérgenos alimentarios de las heces al organismo.
Otro grupo de toxinas producidas por los hongos Cándida son las neurotoxinas, sustancias químicas que tienen efectos negativos en el sistema nervioso central (cerebro) causando:
- estados depresivos y agitación emocional, por ejemplo:
- cambios de humor, indecisión,
- comportamiento violento, ruidoso, agresión (también dirigida a uno mismo) y supresión persistente de la ira dentro de uno mismo.
- fobias,
- La estructura de la neurotoxina se asemeja a la hormona de la glándula pituitaria (TSH) y puede alterar fácilmente todo el sistema endocrino humano, pero sobre todo los tiroides.
Trastornos del tracto digestivo
(La ubicación primaria de la candidiasis puede variar, pero suele ser el intestino grueso)
- irritación con el deseo simultáneo de comer cosas dulces,
- bajo peso o sobrepeso,
- labios agrietados y saburra blanca en la lengua,
- olor desagradable de la boca,
- queilitis,
- boca y garganta secas
- sabor metálico en la boca,
- intolerancias y alergias alimentarias,
- colitis ulcerosa,
- estreñimiento o diarrea,
- dolor abdominal no especificado,
- gorgoteo, ruidos, gases intestinales,
- dificultades para digerir los nutrientes,
- acidez,
- picazón y ardor alrededor del ano, heces con mucosa,
- hemorroides,
- Hipersensibilidad e intolerancia a: leche, gluten de trigo y centeno.
Trastornos de la piel
- piel seca y escamosa,
- sudoración nocturna excesiva,
- hinchazón de la piel de la cara, con mayor frecuencia por la mañana,
- manos y pies fríos, temperatura corporal baja,
- uñas quebradizas y marrones,
- urticaria
- eccema (imperfecciones de la piel),
- psoriasis,
- micosis recurrentes de la piel,
- perdida de cabello,
- acné,
- tendencia a reventar los vasos y a magullar con facilidad,
- olor desagradable de la piel de los pies,
- la piel huele a pesar de lavados frecuentes.
Trastornos del sistema genitourinario
- Inflamaciones no bacterianas recurrentes de la vejiga y el tracto urinario,
- micción frecuente,
- sensación de ardor y picazón al orinar,
- prostatitis,
- aversión a los contactos sexuales,
- impotencia,
- pérdida del deseo sexual,
- endometritis,
- infertilidad,
- abortos espontáneos frecuentes,
- tensión premenstrual,
- calambres y dolores durante la menstruación.
Trastornos del sistema nervioso central
- dificultades para recordar, en aprendizaje,
- fatiga crónica,
- ansiedad y distracción,
- cambios de humor, ataques de pánico y del llanto,
- somnolencia, letargo, falta de energía,
- estado de ánimo deprimido,
- irritación crónica,
- estados depresivos persistentes, maníaco depresivo,
- mal humor crónico,
- falta de concentración,
- trastornos del equilibrio,
- crítica,
- hiperactividad psicomotora,
- nerviosismo, explosividad, impaciencia,
- dolores de cabeza y mareos,
- trastornos del sueño e insomnio,
- autismo,
- enfermedades mentales (incluida la esquizofrenia),
- lesiones cerebrales microscópicas diseminadas,
- presión por encima y detrás de las orejas y sensación de hinchazón de la cabeza,
- alcoholismo,
- hipersensibilidad mental a los cosméticos, los productos químicos, el humo del tabaco y los perfumes.
Trastornos del sistema musculoesquelético
- debilidad y dolor muscular,
- hormigueo en las extremidades,
- trastornos de la coordinación motora,
- hinchazón de los tendones,
- incapacidad para hacer ejercicio,
- rigidez y dolor en las articulaciones,
- artritis reumática,
- dolores musculares,
- inflamación de articulaciones.
Desórdenes respiratorios
- problemas con los senos maxilares y frontales,
- frecuentes infecciones bacterianas y virales,
- inflamación del oído,
- respiración superficial, sensación de falta de aire,
- asma bronquial,
- sibilancias al respirar
- sensación de congestión nasal y secreciones,
- picazón en la nariz,
- dolor de garganta y gruñidos constantes,
- irritación de la laringe,
- ronquera, deterioro de la voz,
- tos seca crónica con tendencia a empeorar,
- secreción constante de color gris o marrón pegajoso
- rigidez y sensación de opresión en el pecho.
Trastornos oculares
- ardor y lagrimeo de la conjuntiva,
- manchas oscuras delante de los ojos (escotomas),
- visión borrosa.
Trastornos del sistema endocrino
- hipertiroidismo y, con menor frecuencia, hipotiroidismo,
- una glándula suprarrenal hipoactiva.
Bibliografía
http://www.dspace.uce.edu.ec/handle/25000/9436
https://www.elsevier.es/es-revista-enfermedades-infecciosas-microbiologia-clinica-28-articulo-candida-epidemiologia-factores-riesgo-especies-S0213005X12003229
https://es.wikipedia.org/wiki/Candida_albicans
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